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Algunos de nosotros, para siempre: dialogando con Gorka Lasa

 

 

 

Por David C Róbinson O

 

“Me dormiré en el tiempo

El corazón rendido

Evocaré la angustia

El rastro de la estrella

La sangre dislocada

Y la ceniza azul.”

Gorka Lasa

 

¿Vivimos en una época de cambios o en un cambio de época? O, por el contrario, vivimos en un periodo ordinario de la historia humana donde todo sigue y seguirá igual, es decir, todo sigue y seguirá siendo un desastre. Un horrible y terrible desastre protagonista de los noticieros. ¿O no es así? Como sea, en tiempos así de horrorosos, ¿escribir y leer poesía tiene algún sentido? ¿No será una pose ingenua cuya única consecuencia es la pérdida del vital tiempo? ¿Acaso no estamos alistándonos para rendirnos?

“He visto el despertar

A lo lejos.”

 

De acuerdo con el poeta cubano Roberto Manzano, la lectura y, por supuesto, la escritura de poesía tiene como consecuencia directa el ordenamiento de las emociones; así como las matemáticas tienen su efecto sobre el pensamiento lógico formal del individuo, así la poesía logra acercar a la persona, gracias al fenómeno estético sufrido, a la comprensión de su mundo interior. Sin embargo, es obligatorio acotar que tal entendimiento no es ni académico ni intelectual. Es ingenuo esperar hallar un auto diagnóstico psicoterapéutico luego de la lectura de un poemario. Pero sí es real el viaje hasta el borde de ese abismo que cada uno de nosotros lleva por dentro. Ese asomo de misterio que cuando no nos asusta, nos fascina hasta el mismo éxtasis. Reitero: La poesía ¿puede sacudirnos y sacarnos del letargo? Según mi amigo Gorka sí puede lograrlo. La poesía es un terremoto especial, muy especial.

“¿Puede acaso el amor ser bálsamo de las heridas del espíritu?”

 

Una vez la hermana Luisa, mi muy paciente amiga y vecina, me dijo: “Dios no puede mentir, si Él dice hay una roca en el camino, la roca, el camino y hasta el caminante son creados inmediatamente”. Esa misma vez me hice esta pregunta: ¿Sólo Dios puede?

Las palabras humanas tienen el poder de transformar el mundo. No el objetivo y medible, sino el intrínseco en las emociones. Ya sea para el bienestar o para la desgracia. No siempre ocurre, todo depende de muchas circunstancias. Cuando ocurre, la palabra toca y conduce al lector o escuchador a la zona donde todo está en su lugar.

Así me ocurrió con algunas lecturas, ellas tuvieron un efecto contundente en mi alma. Mi alma es ese conjunto de elementos no visibles a la vista que me convierten en humano. La obra de Kalil Gibrán, por ejemplo, fue un parteaguas en mi vida.

La palabra de simples criaturas mortales, con las circunstancias correctas, al crear nuevas posibilidades en la mente de otras criaturas mortales, tampoco puede ser mentira.

Aunque se trate de ficción. Es que al final, la palabra, que no la palabrería, la palabra con intención de trascender es amor por ser fuerza creadora. El poeta, sin ser el pequeño dios, a veces puede tocar un alma y esa alma, a veces, dejará de preocuparse por lo amado y comenzará a ocuparse en lo amado. A veces. Y esas pocas veces contribuyen a mantener humana a la humanidad.

“Condenado a vagar en la melancolía de lo ignoto”

El Homo sapiens sapiens se distingue del resto de los seres vivos por su actitud ante lo desconocido, por lo menos podemos afirmar, sin temor a fallar, que la curiosidad y el deseo de conocer nos sacó de las cavernas. Nos hizo cultos. Un felino es curioso, pero no puede convertir en cultura lo curioseado.

Gracias a nuestra cualidad de curiosos dimos paso al mito, al chisme y a la investigación científica. ¿Y a la poesía? Por supuesto que sí. La poesía es una de las primeras formas de aliviar la tensión provocada por el misterio. El misterio es la materia prima de la poesía. En Gorka nos queda claro su pretensión de alcanzar la luz, de aclararse y aclarar el eterno misterio que somos nosotros para nosotros mismos.

“¿De qué les sirve encontrar la Verdad?

 

Tengo que confesar que, en mis inicios como lector comprometido con la lectura, no me fue fácil leer poesía. No hablo de los poemas que tenía que memorizar y declamar en la escuela para ganarme una nota. ¡No! Hablo de poesía, de esa que leerla siempre es un estremecimiento para el entendimiento y el sentir. De esa que rompe los esquemas de lo cotidiano. De esa que nos muestra el tajo por un instante. Por un único instante.

Eso fue así hasta que dejé de buscar respuestas, hasta que comprendí que un libro de poemas no es ni un catecismo ni un recetario. La poesía es la búsqueda de algo que desconocemos, pero que intuimos que podemos hallar en la siguiente esquina del texto.

 

En ocasiones nos topamos con una fiera, en otras con una polilla, pero siempre, ambas, se esfuman cuando pretendemos atraparlas. La poesía es búsqueda y este libro; Algunos de nosotros, para siempre, y este poeta, Gorka Lasa, son la búsqueda y el buscador por excelencia.

“Lo azul tomó mi mano en la noche que nacía

Como un libro escrito en un idioma sin símbolos

Así llegó a mí la música que me sueña desde el sol.”

 

¿Acaso estamos alistándonos para rendirnos? Pienso que millones ya se rindieron, pero mientras algunos de nosotros estemos prestos a asumir el para siempre que nos brinda un instante, ese donde todo está en su lugar, contaremos con un día más para poetear.

 

David C Róbinson O

Panamá, enero 2024.

Libro de Gorka Lasa
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